En la
última EPD, realizamos una dinámica llamada “la tela de araña”. Nunca llegué a
imaginar que una bobina de lana podía dar tanto de sí. Pues bien, la dinámica
se basaba en pasar la madeja entre los compañeros, lanzando a la vez preguntas
sobre los conocimientos de la asignatura. Si se sabía la pregunta y se contestaba
bien, te pertenecía agarrar un cachito de lana, de tal manera que al finalizar
la clase habíamos formado nuestra propia tela de araña.
Esta dinámica
me pareció muy entretenida, además de efectiva. A través de esta actividad,
dudas que todavía existían, fueron resueltas. Lo fundamental de esta actividad,
es que las dudas propias eran resueltas por tus propios compañeros, mostrando y
desarrollando todos los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de la
asignatura.
Por otra
parte, me gustaría decir que tras finalizar la EPD, se me vino a la mente una
reflexión a cerca de la asignatura. Empecé por recordar el primer día de clase.
Sí, una clase un tanto peculiar en el que una profesora llegaba y nos decía que
no había examen. Lo primero que se me vino a la cabeza es que no iba aprender
nada, ya que soy de las que tienen que empollarse algo para que se le quede en
la cabeza. Sin embargo, al día de hoy puedo decir, y no exagero, que es una de
las asignaturas en las que más he aprendido. La necesidad de tener que recoger
apuntes (no obligatorios, pero convenientes) para poder realizar las entradas
al blog, ha hecho que aprenda sin darme cuenta y de diversas maneras. En esta
asignatura, me atrevo a hablar en nombre de todos y espero no equivocarme, creo
que hemos aprendido divirtiéndonos, interesándonos y sobre todo, APRENDIENDO A
APRENDER.
No hay comentarios:
Publicar un comentario